Nos pasamos por el Hostal Restaurante Alcanadre para charlar con Javier Climent, autor de dos exquisitas tapas que podéis degustar en el Concurso de Tapas de Monegros.
-¿Por qué escogiste ser cocinero?
Desde joven tuve la inquietud de acercarme a la cocina y aprender de mi madre y mi abuela.
-¿Cuál es tu motivación a participar en el concurso de Tapas de 10?
Las Tapas siempre te dan la oportunidad de exprimir la creatividad en miniatura , es decir bajo los parámetros del espacio y del precio, pero creatividad al fin y al cabo.
– ¿Cuáles son, según tu opinión, los productos estrella en tu comarca?
Sin duda tenemos una huerta estupenda y desde luego yo destacaría el Ternasco.
– ¿Cuál es la virtud más importante que debe tener un cocinero?
En estos tiempos nada fáciles tenemos que exprimirnos para conjugar de manera eficaz la calidad, el servicio y el precio.
– De entre todos tus platos, ¿con cuál te quedarías?
Cualquiera de los Guisos tradicionales que hacemos en mi cocina, las manitas, las carrilleras, el conejo y sobre todo la caldereta de Ternasco.
– ¿Qué es lo más importante de un plato?
Creo que todo es importante pero sin duda el cariño que le pones , porque sabes que va a llegar a uno de los sentidos mas importantes del cliente.
– ¿Podrías decirnos algo de tu trabajo que para la mayoría de la gente pasa inadvertido?
Seguro que no saben el tiempo que pasamos en la preparación de los platos, en los prolegómenos, en las primeras ideas sobre todo.
– Un consejo para disfrutar al máximo de las tapas
Eso es fácil, rodearse de buenos amigos y a degustar tapas con entusiasmo.
– ¿Cómo definirías tu cocina?
Tradicional, de mercado de cercanía y siempre con la idea de mejorar y dar un toque de modernidad.
-¿Un cocinero también cocina en casa?
Claro, sobre todo para la familia.
– ¿Eres crítico cuando sales a comer/cenar fuera?
Soy poco crítico porque conozco las dificultades que se plantan en una cocina y siempre pienso que todo el mundo está en situación de mejorar.
– ¿Quién o quiénes son tus referentes en cocina?
Pues mi madre y mi abuela.
– ¿Una carne?
Por encima de todas el Ternasco.